Después del Big Bang se creó el universo y fuimos arrojados como criaturas individuales al planeta tierra. Creemos que tenemos padre, madre, hermanos, amigos, familia, perros, gatos... mentira. Ellos fueron arrojados al mundo también como dados a una mesa de juego. Está comprobado que una de las cosas que más le cuesta asumir a la gente es que estamos solos. Al final de todo, por más consejos que pidas, las decisiones las tomás solo, por más que convivas con otras personas, los pensamientos en una larga mesa familiar son solo tuyos, tuyos nada más. Apenas nacemos ya nos separan de nuestra madre y nos dejan uno o dos días solos... Nos morimos solos también y los que van a tu entierro sufren cada uno su propia y única soledad... si tenés suerte y sufren... El individualismo nos aterroriza porque sabemos en el fondo que es lo único que tenemos... Vos sabés muy bien que estás solo, solo como vos lo sabés y nadie más... vos solo... solo vos... Estás mirándome en este momento, y también hay otras personas que me están mirando en otras butacas... Pero están solos, solos, miralos ya. Levantá la vista y miralos ahora mismo. Dale, te espero... Si te encontraste con otra mirada es señal que estamos todos solos... Si no te encontraste con nadie, tal vez sea porque nadie se animó. Eso se llama individualismo: cada uno quiere sentirse solo y no solo a la vez, y el que está al lado tuyo en este momento está solo...
Duele.
Fernando Peña.
31 de enero de 1963 - 17 de junio de 2009.
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